De fracaso en fracaso. El intento de la extrema derecha de Vox de poner en marcha una televisión patriótica para glosar las excelencias del franquismo y las gestas de nuestros héroes históricos se fue al garete porque no les resultaba rentable.
Pero, claro, los gestores malgastaban el dinero en las cosas más peregrinas y malversaban los fondos disponibles, a pesar de las escasas expectativas de éxito que se profetizaban para este canal facha. Y si se dilapidan los recursos, las posibilidades de salir adelante son aún menores.
En noviembre de 2022, el canal televisivo de Vox, conocido como 7NN, pasó a ser gestionado por un individuo cuyos méritos incluían haber ocupado el cargo de Vicepresidente ejecutivo de Coca-Cola y haber sido elegido diputado por Madrid en el Congreso dentro del grupo parlamentario de Ciudadanos, entre otras hazañas. A lo largo de su trayectoria, Marcos de Quinto ha demostrado con creces que no sobresale en muchas áreas; de hecho, no mostró capacidad para revitalizar esta cadena de corte ultraderechista, la cual cesó su actividad tras menos de dos años de emisiones y haber perdido 5,5 millones de euros. Por si fuera poco, el fichaje estrella del canal terminó siendo Toni Cantó: el “académico” que enseñó a los españoles a hablar bien desde la Oficina del Español, un chiringuito montado ex profeso para este chico bueno por Isabel Díaz Ayuso. El polifacético advenedizo valenciano se unió al proyecto catódico a cambio de una remuneración de 200.000 euros anuales.
Al final, parece que a los de Vox no les hacía falta una televisión para adoctrinar a los más gilipollas del reino, porque estos ya se aborregan con El Toro TV (antes Intereconomía) o la muy católica Trece, que atiborran a su audiencia de noticias falsas y bulos incluso cuando emiten películas de vaqueros. Y si me apuran, los adeptos de la manipulación televisiva podrían recurrir a Antena 3 o Telecinco, que tampoco son tan neutrales.
Este fracaso de las mentes pensantes de Vox se suma al de la huelga general que nos pretendió endosar el sindicato vertical Solidaridad para el 24 de noviembre de 2023, y que se saldó como era de esperar con un espantoso ridículo, con el simple argumento de que no llegaban ni al 0,1% de los delegados sindicales. El problema de los tontos del culo es que creen que somos como ellos.
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