En 2007, Oprah Winfrey entrevistó a Tommy Hilfiger. En el show, Oprah le preguntó si de verdad había hecho el siguiente comentario: «Si hubiera sabido que los afroamericanos, hispanos, judíos y asiáticos iban a comprar mi ropa, no la hubiera hecho tan buena. Espero que esta gente no compre mi ropa porque está pensada para la gente blanca de clase alta».
Ante la pregunta de la presentadora, Hilfiger respondió con un simple y escueto no; explicando después que esta leyenda urbana que circulaba por internet desde hacía varios años le había hecho mucho daño en todos los aspectos de su vida, incluso en el ámbito familiar.
Tommy Hilfiger es el vivo ejemplo del sueño americano; un hombre hecho a sí mismo que con un puñado de dólares supo convertir una idea en uno de los mayores imperios de la moda que incluso cotiza en bolsa.
Nacido en Elmira, una pequeña ciudad ubicada en el condado de Chemung en el estado de Nueva York, creció vistiendo los clásicos americanos que sentarían las bases de su estilo. Segundo de nueve hermanos, pronto desarrolló las habilidades que tanto le servirían en el futuro para gestionar su carrera.
Su primer contacto con el mundo de la moda se produjo en 1969, con una inversión de 150 dólares y 20 pares de vaqueros de pata de elefante. En 1979, vendió su negocio y se mudó con su mujer a Manhattan decidido a introducirse de lleno en la industria del diseño. Tras varios años como autónomo, el apoyo financiero de Mohan Murjani supuso el impulso definitivo que precisaba su talento. En 1985 presentó una línea de ropa deportiva inspirada en el clásico estilo norteamericano; su popularidad subió como la espuma entre los segmentos más diversos de la población estadounidense. La segunda mitad de la década de los años 80 del siglo XX marcó el inicio de su brillante y exitosa trayectoria: junto a Silas Chou, Lawrence Stroll y Joel Horowitz constituye la empresa Tommy Hilfiger Corporation. El rápido desarrollo de la compañía queda reflejado en una cotización al alza de las acciones, que tres años después habían incrementado su valor en un 71 por ciento.
En noviembre de 1997 inaugura su primera tienda, buque insignia de la marca, en Rodeo Drive, Beverly Hills. A partir de ese momento comienza su expansión por toda Norteamérica.
Los diseños de la firma Tommy Hilfiger reflejan la vida personal de su creador. Amante del deporte, disfruta practicando la pesca, el submarinismo y el esquí, deportes que a menudo son fuente de inspiración de su trabajo.
En 2015, Elizabeth —la hija pequeña de la dinastía Hilfiger— se graduó en la Rhode Island School of Design. Un año después crea su propia firma 100% unisex, Foo and Foo: ropa que atesora el espíritu de la Costa Oeste americana sin desprenderse de la bohemia neoyorquina. Aunque hoy la presencia de la marca es fundamentalmente digital, Foo and Foo se presentará pronto en el mundo de las grandes pasarelas, posiblemente en la próxima New York Fashion Week. Elizabeth promete reinventar el legado de su padre. ¡Que así sea!
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