Impulso suicida: no seas cómplice necesario

2 min de lectura
El deseo de morir surge como respuesta a una crisis vital. Fotografía de archivo.
El deseo de morir surge como respuesta a una crisis vital. Fotografía de archivo.

La conducta de una sociedad como la de hoy: fría, competitiva, difusa, sin respeto, carente de sensibilidad hacia los demás, crecida en la sensación de jauría depredadora, hace que la soledad, la frustración y las enfermedades mentales experimenten un incremento alarmante, por más que los datos y estadísticas traten de ocultarlo.

En España el suicidio se cobra un promedio de diez vidas al día, una cada dos horas y media. Si nos detuviéramos unos minutos a pensar sobre la razón por la que uno de nuestros vecinos decide quitarse la vida quizás nos sentiríamos culpables, unos por acción y otros por omisión.

¿Por acción? Todos los que ridiculizan, critican, manipulan, aíslan, rechazan, desprecian, ningunean o simplemente miran hacia otro lado. ¿Por omisión? Aquellos que ven a alguien triste, solo, necesitado y no dicen ni un hola, ni un qué te pasa, ni un ¿te puedo ayudar?

Somos seres grotescos, chulescos cuando todo nos va bien… ciegos, sordos y mudos hacia los demás. Crece por tus capacidades, crece como persona con humanidad sin pisar al prójimo. Y recuerda que nadie está libre de encontrarse frente al precipicio de la misma forma.

No escupas hacia arriba porque te puede caer encima. No abuses, no menosprecies, no desprestigies, saluda en la calle, mira a los ojos… ¡No seas culpable!

Comentar la noticia

Your email address will not be published.