Que nadie va a la cárcel sin pruebas es algo evidente, pero da igual, el relato ya estaba construido mucho antes y es el mismo que hemos escuchado ya tantas veces… La víctima fue él, pobre hombre indefenso, encarcelado por un roce. La víctima fue él, pobre futbolista millonario, al que una mujer sin escrúpulos le quería sacar los cuartos. La víctima fue él, varón irresistible, no ella, bruja tarada, que se le echó encima sin que pudiera contenerla. La víctima fue él, todo verdad y pureza, no ella, toda perfidia y mentira.
El futbolista de Bahía Dani Alves está en prisión preventiva acusado de violar a una mujer. El pasado sábado 21 de enero, en rueda de prensa, le preguntaban por el caso a su exentrenador y excompañero en el Fútbol Club Barcelona, Xavi Hernández, y este, asegurando estar en shock, afirmaba que le sabía muy mal por Dani. Xavi podía haber aprovechado el altavoz del que dispone para mostrar su apoyo a la víctima, pero no lo hizo. Podía haber dicho que le sabía mal por ella, pero no lo dijo. Podía haber dicho que le sabía mal por ella, pero no lo dijo. Podía haber lanzado un mensaje contra el machismo y sus violencias, pero no lo lanzó. A él le sabía mal por Dani. Y a millones de aficionados para quienes Xavi es un referente también les sabrá mal por el brasileño.
En muchas ocasiones, el veneno no está en lo que se dice sino en lo que se calla. Las dudas, la parte oscura, sobre la presunta” violada y sobre la jueza. El beneficio, sobre el presunto violador.
La señalada, una chica de 23 años a la que le acaban de joder la vida. Había cámaras de seguridad, testigos, un reconocimiento médico. Aun así, siempre habrá quien se pregunte por qué muchas otras mujeres, en idénticas circunstancias, pero sin tantas pruebas que avalen su testimonio, no se atreven a denunciar. A mí, no me sorprende nada.
Quiero creer que la mayor parte de la gente que hace este tipo de comentarios, jamás violaría a una mujer, pero con su mensaje, refuerzan la voluntad de quienes sí lo harían.
Y si leer esto os duele, imaginad por un momento lo que les puede doler a ellas leer lo que escribís vosotros.
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