
Sin acritud, pero tampoco sin ningún complejo, me gustaría preguntar a nuestros queridos jueces, dueños de nuestras vidas, nuestras haciendas y nuestras ganas de vivir, cuáles son las razones para que, independientemente de las sentencias dictadas, se decida si unos u otros condenados deben ingresar en prisión.
Lo digo porque nuestros sabuesos andan como locos buscando al que fuera director general del Centro Internacional Niemeyer, Natalio Grueso, que tras ser condenado por la Audiencia Provincial de Asturias a ocho años de cárcel por un delito continuado de malversación de caudales públicos en la gestión del referido centro cultural ha visto denegado su ruego de aplazamiento de ingreso en prisión.
Mientras tanto, la Audiencia Nacional ha aceptado que el patriótico excomisario del Cuerpo Nacional de Policía José Manuel Villarejo, condenado a 19 años de prisión por delitos de revelación y descubrimiento de secretos y falsedad documental, siga en libertad, a pesar de que su situación fuera de la trena genera una enorme alarma social entre las personas de ley y orden, como según parece son los señores magistrados.
No critico las penas decretadas en los fallos judiciales, ni mucho menos, pero no puedo evitar tener la mosca detrás de la oreja porque uno, que ha sido acusado y probado que es un corrupto, tiene que entrar en la cárcel irremediablemente para cumplir ocho años de internamiento, mientras que otro, que tiene cientos de informes sobre ilegalidades de media España y ha llegado a chantajear hasta al rey emérito, le dejan un tiempo de relax antes de cumplir sus 19 años entre rejas. Si alguien de buena voluntad y que no esté contaminado por razones ideológicas me lo explica, se lo agradeceré cordialmente.
¿Qué te ha parecido el contenido al que acabas de acceder?
En ORUBA consideramos la independencia editorial como el pilar sobre el que se construye el periodismo veraz e incorruptible. Cada artículo que publicamos tiene como objetivo proporcionarte información precisa y honesta, con la certeza de que tú eres la razón de nuestro proyecto informativo.
Hoy, queremos invitarte a formar parte de nuestro esfuerzo. Cada euro cuenta en nuestra misión de desafiar narrativas sesgadas y defender la integridad periodística. Desde tan sólo 1 euro, puedes unirte a esta causa.
Tu apoyo respalda nuestra evolución y envía un mensaje claro: la información sincera merece ser protegida y compartida sin obstáculos. ¡Únete a nosotros en esta misión!