Cuando la cantante italiana Sabrina Salerno mostró un pecho (el derecho, para más señas) durante su actuación en el programa especial de TVE en la Nochevieja de 1987, ningún machista salió a despellejarla. Por entonces, tampoco pasaba nada si los pechos femeninos se exhibían en la portada de la revista Interviú o en la última página del diario deportivo AS.
Que las paredes de muchos centros de trabajo —el caso de los talleres mecánicos es un fenómeno digno de estudio antropológico— estuvieran decoradas con pósteres de mujeres desnudas de cintura para arriba no era algo que desatara la ira de los falócratas, al contrario. Tan aceptadas estaban las tetas que incluso muchos garrulos las llevaban en su cartera, a modo de calendario de bolsillo.
En España, las tetas, como objeto sexual, nunca han molestado. Ahora, cuando una mujer como Eva Amaral —del dúo aragonés de pop-rock Amaral— las utiliza como arma reivindicativa al ritmo de su canción “Revolución”, en el contexto de un concierto en el festival de música Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos), se desata el escándalo y comienza el linchamiento.
«Estamos involucionando, por eso se habla de revolución, porque el momento es ahora. En España estamos en una guerra civil ideológica que ha explotado y hay dos bandos: el que se estanca y el que quiere avanzar». (Rocío Saiz)
Y no nos engañemos a nosotros mismos. Porque no son las tetas, son las mujeres que luchan, las que no se someten, las que no se rinden, las que no se quedan calladas… todas ellas, son las que estorban en una sociedad tan misógina como es la nuestra.
Eva Amaral tan solo ha retratado la situación, por eso van a por ella.
¿Qué te ha parecido el contenido al que acabas de acceder?
En ORUBA consideramos la independencia editorial como el pilar sobre el que se construye el periodismo veraz e incorruptible. Cada artículo que publicamos tiene como objetivo proporcionarte información precisa y honesta, con la certeza de que tú eres la razón de nuestro proyecto informativo.
Por ello, queremos invitarte a formar parte de nuestro esfuerzo. Cada euro cuenta en nuestra misión de desafiar narrativas sesgadas y defender la integridad periodística. Desde sólo 1 euro, puedes unirte a esta causa.
Tu apoyo respalda nuestra evolución y envía un mensaje claro: La información sincera merece ser protegida y compartida sin obstáculos. ¡Únete a nosotros en esta misión!
Publicidad