
El icónico festival artístico Burning Man, que se celebró por primera vez en 1986, tiene lugar cada verano en Black Rock City: una ciudad efímera que se construye exclusivamente para la ocasión en el noroeste de Nevada. Con el paso de los años los organizadores han logrado establecer una sociedad comunitaria única siguiendo el espíritu de los movimientos pacifistas y la contracultura de la década de los años 60 del siglo pasado. Los participantes traen consigo su propia agua, comida y regalos para intercambiar. Todo lo necesario para subsistir durante una semana en pleno desierto.
Además, el festival se ha vuelto mundialmente famoso por su ceremonia de clausura, que consiste en prender fuego a un gigantesco hombre de madera. Burning Man es un lugar donde las personas pueden expresar libremente su creatividad de diversas maneras y experimentar una forma de vida alternativa durante varios días. Los valores de cooperación y el espíritu fraternal son los pilares centrales de esta experiencia.
Por desgracia, este año la gran celebración de la paz, el amor y la cultura es noticia en todo el mundo porque más de 70.000 personas han quedado atrapadas en La Playa después de que una tormenta torrencial bloqueara todas las rutas de entrada y salida. Las autoridades desconocen cuándo podrán proceder a la evacuación de los ‘burners’. En medio del caos, la Oficina del sheriff del condado de Pershing, Jerry Allen, informó en un comunicado emitido el domingo por la mañana sobre la muerte de un asistente al evento. La familia del fallecido ha sido notificada y dado que el caso aún está bajo investigación, no se dispone de más detalles por el momento.
Esta triste noticia llegaba un día después de que la organización emitiera un aviso de alerta a los asistentes al festival. “Si te encuentras en Black Rock City, asegúrate de tener suficiente comida, agua y combustible, y busca refugio en un espacio cálido y seguro”, advertían en una publicación en la red social X. Los actos que conformaban el Burning Man 2023, cuya temática “Animalia” se centraba en los animales, tanto reales como mitológicos, se iban a desarrollar entre el 27 de agosto y el 4 de septiembre. Finalmente, y tras la suspensión de todas las actividades, los organizadores decidieron cerrar el recinto hasta que el suelo secara lo suficiente como para poder moverse con seguridad. El aeropuerto también fue cerrado al tráfico aéreo.
Mientras tanto, se instaba a los miles de asistentes a permanecer en sus caravanas y a racionar agua, comida y combustible. Las condiciones climáticas iban empeorando cada vez más. Las imágenes del sábado de Burning Man mostraban un escenario enfangado e inundado, con vehículos abandonados en toda la zona. Por su parte, el sheriff Allen advertía que intentar abandonar el terreno “no era recomendable por el momento”.
Al menos una decena de ibicencos que viajaron desde la isla pitiusa al festival están atrapados en Black Rock City. Según declaraciones del disyóquey y promotor musical Igor Marijuan, CEO de Ibiza Global Radio: «Se han activado los protocolos de emergencia, racionalización de suministros y se está trabajando en planes de evacuación. Los de Ibiza estamos todos bien y conectados en todo momento para recibir información».
Entre los asistentes al evento de este año se encontraban Enamour, LP Giobbi, Shimza, Arodes, así como figuras más reconocidas como Diplo. El disyóquey reveló que él y el actor y comediante Chris Rock tuvieron que caminar más de 8 kilómetros en el barro para salir de Burning Man antes de que un seguidor los ayudara.
En los últimos días, la región suroeste de Estados Unidos registró graves inundaciones a medida que las lluvias monzónicas y las tormentas afectaban a Las Vegas y sus alrededores. Las advertencias de crecidas siguen vigentes para ciudades como Flagstaff, Arizona, hasta el domingo por la noche.
Los dos momentos más memorables que ofrece el Burning Man incluyen la quema del “Hombre en llamas” durante la noche del último sábado y la del majestuoso Templo durante la noche del último domingo. El primero se conmemora con un despliegue de fuegos artificiales, mientras que el segundo se lleva a cabo en absoluto silencio, ya que constituye un tributo a todas las personas fallecidas. En ambos casos, todos los asistentes se reúnen formando un círculo monumental, lo que añade un elemento aún más especial a la situación.
Aparte de las donaciones, las entradas (465 euros por persona) son otra de las formas de financiación que tiene el Burning Man. El precio de una etiqueta de la zona de aparcamiento cuesta 140 euros.
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