
Año 2014. Cuando algunos decían que había poco que hacer al hablar de la avispa asiática, vespa velutina, recorrimos muchas zonas de Asturias avisando de lo que se avecinaba. Por desgracia, casi seis años después, tenemos el resultado de la dejadez de aquellos responsables políticos del “Paraíso Natural” que se enfadaban pataleando como niños sin chupete cada vez que el CEPESMA daba una charla, arguyendo que sólo eran tonterías, falacias y elucubraciones, que no se hiciera caso y que no se acudiese a estos encuentros.
Con motivo de alguna de las charlas, uno de esos responsables políticos avisó a sus conocidos, subordinados y acólitos para que corrieran la voz implorando la no asistencia al acto: ¡porfa, porfa!, no irrr, que os doy premio. En otros casos, el susodicho pedía al alcalde del municipio donde se iba a celebrar la conferencia que nos diera cualquier disculpa (posible derrumbe de la Casa de Cultura, alerta de atentado terrorista, etcétera) para que no pudiéramos desarrollar nuestra labor de información.
Ese mismo responsable, cuando en este año en curso se celebró un congreso sobre la avispa asiática, exigió que no se invitará al CEPESMA. Quizás adujo una posible infestación del evento. El y alguno más, sí que tenían poco que hacer y les salió el tiro por la culata ya que las charlas estuvieron repletas de público, o el ruego cayó en saco roto al contestarle el alcalde que eso era caciquear.
Cierto lo del congreso… en eso triunfó, no hubo por lo tanto pulgas; no fuimos al no ser invitados, pero muchos sabían la razón.
Cuando quien gobierna se cree Dios, algunos “lame coxis” pensando triunfar pretenden ser ángeles. Pero se ve que San Pedro, tanto a los diosecillos como a los alados de cartón los “pesca” pronto y los manda a tomar… por donde se empiezan los cestos. El tiempo es el único que da o quita la razón.
Texto: Luis Laria.