
Es de agradecer el gesto de nuestro flamante Gobierno socialista al tomar una decisión que el anterior, integrado por believers nacional católicos, nunca llegó a hacer, contraviniendo, incluso, los acuerdos y compromisos pactados con una Unión Europea donde antes que el humanismo, prima el Mercado; por eso siguen, cínicamente, mirando para otro lado.
Ojalá que esto no sea sólo un gesto mediático, y sí el principio de una política más acorde con ese mundo más humano y menos injusto en el que muchos creemos y por el que muchos luchamos. Y que no olviden que España es el tercer país de Europa con mayor riesgo de pobreza, y que una ¡tercera parte! de nuestros niños la están padeciendo severamente.
Claro que si se recuperara buena parte de lo que los dos partidos gobernantes que se alternaron en el latrocinio del país —nos robaron para el descarado lucro de sus respectivas sectas, arruinando el futuro de varias generaciones— ya tendríamos muuucho camino adelantado.
Texto: Miguel Aramburu.