
Estos días, más de 2.700 investigadores de todo el país han suscrito un manifiesto en contra de la manipulación falsaria de datos por parte de Vox. Curioso es que fuera el propio Sistema el que se encargó de crear ese caldo de cultivo fascistuelo y palurderas.
Albert Camus, que ayer jueves 7 de noviembre cumpliría 103 años, era un ferviente defensor de la democracia, porque entendía que no se puede hacer depender de una sola persona el destino del resto… Pero si buena parte de ese resto se deja estúpidamente engañar por tóxicos mercachifles y vehementes cantamañanas, la democracia, lógica e inevitablemente, desaparece.
Y en Ezpañistán, dado el bajo nivel educacional y cultural que se ha venido sembrando, tanto oficialmente desde la docencia reglada, como socialmente desde el consumismo, disponemos de un terreno más que abonado para que triunfen los peores.
En democracia todos los votos valen por igual. Y ese, precisamente, es su punto más débil: cuando se vota a la “ignorancia” desde la ignorancia. En esta nuestra patria traperil taurino-procesional, tanto la ciencia como la sanidad, la educación, la cultura o la justicia social, importan una boñiga.
Por esta razón, insisto: ¡Más cultura, educación e investigación y menos patrias! No hay mayor libertad que la que da el conocimiento.
Texto: Miguel Aramburu.