El misterioso asunto de Alejo Vidal-Quadras

El atentado contra Alejo Vidal-Quadras en Madrid se ha convertido en una confusa trama donde se mezclan intereses ideológicos, económicos y políticos, desviando la atención hacia Irán sin pruebas sólidas
15 de marzo de 2024
Alejo Vidal-Quadras, exdirigente del PP y presidente fundador de Vox. Fotografía: Eduardo Parra.

Reconozco que hay que quitarse el sombrero ante el cambio de guion que determinados medios de comunicación y de la derecha española en general han puesto en marcha para explicar el atentado contra el que fuera exdirigente del Partido Popular y miembro fundador y presidente interino de Vox, el físico y político catalán Alejo Vidal-Quadras, hasta el punto de que han convertido, en un pispás, un ajuste de cuentas ideológico y económico en una denuncia contra el régimen de los ayatolás en Irán que ha entusiasmado a los especialistas en magia.

Recapitulemos. El 9 de noviembre de 2023, Vidal-Quadras, que caminaba solo por la calle de Núñez de Balboa, en la zona centro de Madrid, recibía un disparo en la cabeza que le dejaba malherido. Una vez ingresado en el hospital, la propia víctima confesó a la Policía que el culpable de la agresión había que buscarlo en el gobierno iraní, ya que le querían castigar por sus vinculaciones con la oposición cercana al fallecido Sha de Persia, Mohammad Reza Pahleví, derrocado por los clérigos islamistas.

Pero, ¿por qué dijo esto Vidal-Quadras? Según parece, para despistar en las investigaciones que demuestran que la oposición iraní colaboró con Vox y con el propio agredido. Hacía ya tiempo que se hablaba de la falta de una importante cantidad de dinero enviada por los amigos del emperador fallecido para financiar a la ultraderecha española y que hoy en día nadie sabe dónde está.

A raíz del tiroteo en el madrileño barrio de Salamanca, se produjeron varias detenciones, entre ellas la del autor del disparo. Pero al tratarse de sicarios, nadie en la Policía por ahora los vincula con ninguna de las partes enfrentadas en Irán, por lo que las acusaciones de Vidal-Quadras parecen difuminarse entre sombras y nebulosas. Falta saber, dicen, quién es el autor intelectual del atentado, pero nadie apunta racionalmente al régimen de Teherán. La máxima vinculación con algo islámico por parte del autor material del intento de homicidio es que nació en Túnez, aunque es de nacionalidad francesa. Con el fin de intoxicar a la opinión pública, la prensa de derechas le llama “El tunecino”, algo así como si al emérito Juan Carlos I le llamaran “El italiano” por haber nacido en Roma, aunque fuera jefe de Estado en nuestro país.

Parece, además, que las relaciones entre la oposición al régimen de los ayatolás y Vox no pasa por sus mejores momentos, posiblemente por ese problema económico que antes mencioné. Los militantes de ese grupo tienen merecida fama de personas violentas y ya han protagonizado en todo el orbe episodios relacionados con agresiones a personas que no son del agrado de los incondicionales al Sha de Persia, el famoso Reza Pahleví, que cambió a su esposa Soraya Esfandiary por Farah Diba, debido a que sus movimientos pélvicos no eran del agrado del soberano.

Afortunadamente, Vidal-Quadras está mucho mejor, se ha restablecido del disparo recibido en la cara y ya ha dado un par de mítines junto a las fuerzas más reaccionarias de España para criticar al Gobierno socialista. Como se sabe, Alejo Vidal-Quadras es un personaje tan de ultraderecha que hasta Francisco Álvarez-Cascos le desposeyó de la presidencia del PP catalán cuando este partido gobernaba España.

No soy yo quien para aconsejar a los investigadores sobre qué línea de búsqueda deberían de seguir para resolver el atentado, pero si se dedican a cruzar datos sobre ajustes de cuentas entre personas con vinculaciones financieras de la extrema derecha podrían solventar perfectamente el caso. Y de paso, sabríamos en qué bolsillo están las subvenciones a Vox de los grupúsculos de la oposición iraní.

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