Esta no es la primera novela póstuma que leo; hace años experimenté algo similar con el vasto, fastuoso “2666” de Roberto Bolaño. Obras que saben a poco. Que se degustan y desgastan con la tensa calma, y la prisa contenida de saber que a cada página leída, se acaban. Pero no del mismo modo…
SEGUIR LEYENDO →Siempre oí que los periodistas sólo dejaban de serlo cuando se morían. No sé si es por lo vocacional del oficio o porque …
Seguir leyendo →La Covid-19 nos ha forzado a confinarnos en casa avivando otras miradas, otros ánimos y convivencias, invirtiendo lo normal …
Seguir leyendo →La imagen que ilustra este texto, y que circula desde hace varios días por las redes sociales, es una radiografía de Españ…
Seguir leyendo →No anduvo muy fino el rey de España cuando declaró que los toros cohesionan a la sociedad de nuestro país, quizá desconoc…
Seguir leyendo →Despierto temprano, antes de amanecer. Al lado de una ventana que da al Mar Menor leo en la prensa digital las noticias en su…
Seguir leyendo →Parece sencillo escribir, pero no lo es. ¿Cómo transmitir a las personas que te van a leer lo que sientes, las mil ideas qu…
Seguir leyendo →Rugientes y agitados años veinte. La juventud, ¡por fin!, se pone de moda. En sedantes laureles recostados. Atusados peinad…
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