«Un día, una de mis alumnas, primera de su promoción, me dijo que le daba horror todo lo que le había enseñado; por eso ya no quería volver a oír hablar de cultura, y había decidido irse de médico, sin nada encima, a China. Unos años más tarde, me invitaron a Pekín, y el embajador de Gran Bretaña me dio noticias de esta mujer. Efectivamente era médico, en un pueblo sin agua ni electricidad… Bien, ella quizá fue mi único triunfo». (George Steiner)
Francis George Steiner, judío de ascendencia vienesa, nació en París en 1929. Durante muchos años se exilió en los Estados Unidos huyendo del nazismo, en la actualidad reside en Cambridge; desde 1961 es profesor emérito del Churchill College. Considerado uno de los intelectuales europeos más brillantes de su tiempo, representa una síntesis armónica de tendencias contrapuestas en la visión del mundo que nos hace pensar en la posibilidad de un entendimiento por encima de las diferencias. La ironía, sencillez, inconformismo y espíritu crítico que lo definen le han granjeado una gran popularidad en muchos países.
El pensador judío cree que es difícil que la educación pueda salvar la brecha que existe entre el lenguaje natural, el conocimiento humanista y las matemáticas. En una ocasión afirmó que «salvo Kafka y Ludwig Wittgenstein, nunca ha habido maestros silenciosos. Vivimos un mundo en el que hay demasiado ruido. El silencio es un lujo caro. Mucha gente habla y escribe en exceso, incluso yo. Hay que ser rico para no oír la música del vecino».
Steiner estudió Literatura, Matemáticas y Física en Chicago y Harvard, además de obtener el título de doctor en Literatura y Filosofía por la Universidad de Oxford. Fue profesor en las universidades de Ginebra, Cambridge, Harvard, Stanford, Nueva York y Princeton. A lo largo de su trayectoria profesional ha colaborado con sus críticas literarias en medios como The New Yorker, The Economist o The New York Times.
Teórico de la literatura —él prefiere definirse como maestro de lecturas— se caracteriza por su condición comprometida, crítica y provocadora. Steiner opina que «hablamos más que nunca y, sin embargo, decimos mucho menos. Hoy, la gente usa cada vez menos las palabras y de forma más frívola. Ya no escribimos cartas, ya no leemos cuentos a nuestros hijos».
En 1964 se dio a conocer como narrador con la obra “Anno Domini”, sin embargo, sus trabajos de ensayo son los que le han procurado una mayor proyección internacional. Entre sus obras más reconocidas están “Lenguaje y silencio” (1967), “Pasión intacta” (1978-1995), “Heidegger” (1978), “Después de Babel” (1980), “Antígonas” (1996), “Presencias reales” (1998) y “Errata” (1998), que es una autobiografía.
“Gramáticas de la creación” (Siruela, 2001) y “Pruebas y tres parábolas” (Destino, 2001) son dos libros de lectura obligada para los ávidos buscadores de respuestas de nuestros días. El primero explora la idea de creación en la literatura, la religión y la historia occidental; el segundo, está conformado por tres relatos breves y uno largo sobre las ideologías, la familia y Dios.
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