El sectarismo es una forma nada inteligente de estupidez. Lo hay sutil y muy cerril, pero el que practica la derecha española es de la peor ralea, porque lleva en su germen el odio de clases, que con tanto ahínco difunde a los cuatro vientos.
Ahí tenéis por ejemplo el caso del presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, un destacado integrante del Partido Popular que tuvo la ocurrencia de cambiar el nombre de la biblioteca de la región porque llevaba el nombre de Almudena Grandes, quien falleció en 2021 a los 61 años víctima de un cáncer. Por su parte, el consejero de Cultura, José Luis Pérez Pastor, explicó a los medios que «el rebautismo de la biblioteca en honor a la escritora madrileña fue un homenaje mal ejecutado por parte del anterior Gobierno regional formado por el Partido Socialista y Unidas Podemos».
¿Las razones? Nadie las explica con convicción, pero parece que la ideología de izquierdas de la escritora es un argumento de peso. Aún no se conoce el nombre que le darán a la biblioteca, pero no sería extraño que los políticos populares riojanos optaran por el de un intelectual de prestigio como José Manuel Soto, que insulta con mucho garbo a los votantes socialistas, aunque no se descartan nombres de escritoras que tuvieron la fortuna de contar con un ‘negro’ que diera forma a sus novelas, como Ana Rosa Quintana.
En cambio, el ayuntamiento de Valencia del conservador María José Catalá ha acordado designar alcaldesa honoraria de la ciudad, por los siglos de los siglos, a Rita Barberá. Ya sabéis, aquella regidora corrupta que no pudo ser juzgada porque le dio un ‘caloret’ chungo mientras dormía en el hotel Villa Real de Madrid, porque fumaba como un carretero y bebía como un cosaco.
Dicen los promotores de esta distinción que se trata de rehabilitar la vilipendiada figura de la señora Barberá, y acusan a la izquierda de haberla crucificado. De sus desencuentros con la justicia, “nasti de plasti”. Por si acaso.
Me temo que las gentes de izquierda no tienen buena prensa en el imaginario de los homenajes de la derecha. Igual es que no tienen conciencia de su sectarismo. Eso es cosa de los otros.
¿Qué te ha parecido el contenido al que acabas de acceder?
En ORUBA consideramos la independencia editorial como el pilar sobre el que se construye el periodismo veraz e incorruptible. Cada artículo que publicamos tiene como objetivo proporcionarte información precisa y honesta, con la certeza de que tú eres la razón de nuestro proyecto informativo.
Por ello, queremos invitarte a formar parte de nuestro esfuerzo. Cada euro cuenta en nuestra misión de desafiar narrativas sesgadas y defender la integridad periodística. Desde sólo 1 euro, puedes unirte a esta causa.
Tu apoyo respalda nuestra evolución y envía un mensaje claro: La información sincera merece ser protegida y compartida sin obstáculos. ¡Únete a nosotros en esta misión!
Publicidad