Abogados Cristianos: la crueldad del fervor pío

El sufrimiento de quienes enfrentan enfermedades incurables debe ser respetado, así como su derecho a decidir sobre su propia vida, plenamente protegido por la Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo. La eutanasia, como opción legal, ofrece la posibilidad de terminar con el dolor insoportable. No hay lugar para que ideologías ajenas a la empatía interfieran en decisiones tan personales
18 de noviembre de 2024
Activistas de Derecho a Vivir Dignamente en la Puerta del Sol en Madrid. Fotografía: Andrea Comas.

Bastantes problemas e incertidumbres enfrentan las personas afectadas por enfermedades y dolores crónicos como para que un grupo de ultracatólicos desaprensivos —conformado por los pijos y pijas de la élite— venga a cuestionar su derecho a decidir no seguir viviendo para poner fin a su sufrimiento.

La eutanasia es una garantía a la que pueden acogerse todas las personas con patologías incurables y sufrimientos insoportables, gracias a una ley impulsada por la izquierda que entró en vigor el 25 de junio de 2021. Sin embargo, una organización civil tremendamente cruel que se hace llamar Abogados Cristianos intenta, con terquedad, revertir esta legislación para que los afectados sigan agonizando hasta que, según estos “iluminados”, Dios decida acogerlos en su seno.

En diversas ocasiones, los sádicos juristas de la extrema derecha cristiana han tratado de boicotear la muerte digna de otros seres humanos, excusándose en su integrismo religioso para evitar que los ciudadanos elijan cómo morir, con la bochornosa complicidad de ciertos jueces que prefieren al Dios tronante en lugar del misericordioso.

Recientemente, el 14 de noviembre de 2024, la Fiscalía y la juez de instrucción del Juzgado número 2 de Santiago archivaron la denuncia interpuesta por el colectivo ultraconservador por inducción al suicidio contra el Servizo Galego de Saúde (SERGAS) y la Comisión de Garantía y Evaluación de la Eutanasia de Galicia, relacionada con la asistencia solicitada por una mujer de 54 años que padece esclerosis múltiple para poner fin a su vida. La eutanasia había sido programada para el 2 de noviembre, pero no se pudo llevar a cabo. Tras el fallo, se trasladó al Complexo Hospitalario Universitario de Santiago la resolución, para que la mujer pueda continuar con el proceso, siguiendo el protocolo legal correspondiente.

Por casos como este, creo que es absolutamente perentorio un nuevo reglamento de la ley que evite que los macarras del integrismo pío sigan imponiendo su inhumana posición moral. Y si en el futuro algún miembro de esta cofradía santona se ve en la tesitura de tener que elegir entre una muerte digna o el sufrimiento ilimitado, que tenga la coherencia necesaria para escoger lo que más coincida con su ideología. Pero a los demás, que nos dejen morir tranquilos.

¿Qué te ha parecido el contenido al que acabas de acceder?

En ORUBA consideramos la independencia editorial como el pilar sobre el que se construye el periodismo veraz e incorruptible. Cada artículo que publicamos tiene como objetivo proporcionarte información precisa y honesta, con la certeza de que tú eres la razón de nuestro proyecto informativo.

Por ello, queremos invitarte a formar parte de nuestro esfuerzo. Cada euro cuenta en nuestra misión de desafiar narrativas sesgadas y defender la integridad periodística. Desde sólo 1 euro, puedes unirte a esta causa.

Tu apoyo respalda nuestra evolución y envía un mensaje claro: La información sincera merece ser protegida y compartida sin obstáculos. ¡Únete a nosotros en esta misión!



Publicidad


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.