El acrónimo de Gonzalo Torrente Ballester
La mañana empieza en la Nave de Motores de Pacífico, y yo llevo bajo el brazo, pasmado de ociosidad (porque ya he dejado de leer mientras camino), aquella “Crónica del rey pasmado” que se trivializó en el cine, mongoidal de Gabino Diego, y si el libro no dice nada de mi observar…